Esta película sigue a los Empalaos de Valverde de la Vera a lo largo de su proceso íntimo de preparación como penitentes, donde se activan emociones contenidas, ternuras compartidas, valores y lenguajes corporales, creando una solidaridad colectiva entre todos los involucrados que transmite al penitente toda la fuerza necesaria para llevar a cabo su promesa.

Los procesos de transformación vividos por las personas en el marco de un ritual constituyen un mundo especial poco tratado visualmente. Suelen suceder apartados, a veces por la noche y en una prudente privacidad. Estos momentos preparatorios ocultan claves básicas para comprender dónde está una persona en su mundo cotidiano y en dónde acaba, por voluntad propia, tras aceptar ser protagonista del ritual.

En los Empalaos de Valverde de la Vera uno de los momentos transcendentales, intimistas, casi secretos, es cuando el ofrecido es arropado por sus seres queridos y se prepara, con todo rigor, para el rito. El tránsito hasta que el penitente sale a las calles del pueblo, ante los vecinos y visitantes, es un momento intenso en esta fiesta religiosa y ha sido muy poco tratado dado su carácter familiar. A lo largo de la preparación del penitente se activan emociones contenidas, ternuras compartidas, valores, lenguajes corporales y sobre todo, una solidaridad colectiva que transmite al penitente toda la fuerza necesaria para llevar a cabo su promesa.